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7 mar 2016

Corpo di Spedizione Italiano in Russia (CSIR-ARMIR)

El C.S.I.R. Tenía una fuerza total de casi 62.000 hombres (2.900 Oficiales y 58.000 Soldados) que disponía de 5.500 vehículos a motor, 4.000 caballos y mulas, 220 cañones de artillería y 92 cañones antitanque, apoyados por 83 aviones (51 de caza, 22 de reconocimiento y 10 de transporte). Dentro de lo que entonces podía ofrecer el Regio Esercito, el CSIR se presentaba como una fuerza de combate de élite en cuanto a la calidad de sus tropas. El propio general Mario Marazzani, comandante de la Celere, escribió en 1950 lo siguiente a este respecto:
“Las condiciones físicas de los hombres, su nivel de formación, las condiciones y el entrenamiento de los caballos eran excelentes; resalto esto, en  el largo período de ejercicios (verano '39 - Primavera '41) a veces en Italia y el desempeño que la División tuvo en la campaña de Yugoslavia. Pasar de la zona de Cervignano  el día 10 de abril y más allá de la frontera entre Italia y Yugoslavia el día 13, la División, a marchas rápidas por las carreteras con las dificultades del terreno y el clima adverso en gran medida, alcanzando el 18 de abril la ciudad de Bihac (Bosnia) siempre a la vanguardia del Cuerpo Celere armado. Posteriormente, los regimientos se mantuvieron en posición excelente para adiestramiento y entrenamiento, favorecido por la absoluta tranquilidad de la zona. El buen tiempo invertido cerca de Verona antes de partir hacia Rusia (alrededor de 3 semanas), los regimientos se completaron en hombres, caballos, materiales y armas”.
Sin embargo, todo el potencial de combate del CSIR estaba mermado por dos problemas fundamentales: escaso e inadecuado equipamiento/armamento y un servicio logístico deficiente. Sobre el papel, una división de infantería Italiana estándar en 1940 tenía una fuerza de 13.063 hombres (449 oficiales, 614 suboficiales y 12.000 tropas) que, a falta de transporte, debía moverse en su mayoría a pie, pues sólo contaba con 108 camiones, 71 motocicletas, 13 coches, 6 vehículos de transporte, y 4 “coches especiales”. También contaba con 3.424 mulas para transportar equipo y suministros. En cuanto a armamento, disponía sobre el papel de 80 morteros de 45 mm, 8 ametralladoras antiaéreas de 20 mm, 8 cañones de artillería antitanque 47/32, 8 cañones de artillería 65/17, 24 cañones de artillería de campaña 75/32, y 12 cañones 100/17. Como puede comprobarse, la artillería procedía de la PGM (65/17 y 100/17), o  de diseños de mediados de la década de 1930.
Las tres divisiones del CSIR se diferenciaban poco de esta asignación oficial de 1940 en cuanto a armamento. Sus tres divisiones tenían asignadas compañías antitanque (controcarri) con cañones 47/32, y sus regimientos de artillería motorizados disponían de cañones 75/27, obuses 100/17 y cañones antiaéreos 20/65 modelo 35; sus regimientos de infantería usaban morteros de 81 mm las unidades asignadas al cuerpo (CSIR) disponían de cañones de artillería 105/32, cañones antitanque 75/46 y cañones antiaéreos 20/65 modelo 35. El arma estándar de los infantes Italianos era el fusil Mannlicher Modelo 91 que se había utilizado en la PGM. Los dos problemas esenciales con el armamento, al margen de su antigüedad, eran su escaso número y debido a problemas logísticos, escasas municiones.
Por otra parte, los soldados Italianos marcharon a la guerra con ropa de verano y botas ligeras. Alarico Rocchi, un soldado de la división Torino, recordando los 500 km que él y sus compañeros habían hecho a pie hasta alcanzar el río Don, describió las botas de la infantería como más delgadas que “scarpe da ballerina” (“zapatos de bailarina”). El teniente Luciano Mela (del regimiento Savoia) escribió en su diario: “No tengo miedo en decir que la persona responsable de enviar una división adelante en las condiciones en que nos encontramos es un asesino. Estamos sin comida, con botas rotas, uniformes hechos jirones, con sólo una poca de munición repartida a cada individuo, pues el resto está en camiones parados sin combustible a una distancia de doscientos kilómetros...”.

El componente aéreo del CSIR estaba compuesto por cuatro escuadrillas de caza con aparatos Macchi M.C. 200 Saetta y M.C. 202 Folgore, tres escuadrillas de reconocimiento aéreo con aparatos Caproni CA.311, CA.312 y bombarderos Fiat BR.20M Cicogna, y dos escuadrillas de transporte con aparatos Savoia-Marchetti Pipistrello S.M. 81.
Para los estándares italianos, el CSIR era un cuerpo de ejército con un fuerte componente de transporte motorizado, pero totalmente insuficiente para mover a sus formaciones de combate al mismo tiempo. Las formaciones de combate Pasubio y Torino eran dos divisiones de infantería, de unos 10.000 hombres cada una, nominalmente formaciones de combate “motorizadas” (autotrasportabile), pero debido a la insuficiencia de medios de transporte no se podía transportar a las dos al mismo tiempo, sólo a una de las dos. Así que se transportaba a una y luego el transporte retornaba a rescatar a la otra. O bien una iba en transporte motorizado y la otra seguía detrás a pie. La división Celere era la formación con más potencia de combate y la única de las tres que contenía componentes blindados (60 tanquetas L-3/33), si bien estos “scatole di sardina”, como los bautizaron los propios soldados italianos, de 3 toneladas de peso y armados apenas con ametralladoras, no tenían nada que hacer frente al blindaje de los tanques y armamento antitanque soviético. De hecho, los italianos fueron incapaces de producir un verdadero tanque durante toda la guerra.
A mediados de agosto de 1941 pasará a formar parte del OB del III  CE acorazado alemán  perteneciente al 1. Panzergruppe de Ewald von Kleist desplegado en la línea del Dnieper.  El día 20 del mes de octubre toma la ciudad de Stálino (Donetsk).  Tanto el equipo como la moral son pésimos. Es fácil crear una sencilla regla de tres: si el soldado Italiano “a las puertas de su casa” (África del Norte)  se ha comportado con una notable flaqueza ante un enemigo poco pertrechado y sin armamento moderno, ¿cómo se batirán a miles de  kilómetros de sus hogares en un clima atroz y frente a máquinas infernales como las de las familias  KV o SU y los omnipresentes T-34. Basta citar que en la batalla de Nitokva, a  mediados de diciembre, de cerca de 1.000 bajas italianas 850 lo serán por congelación.
A finales de febrero de 1942 llegarán como refuerzo el batallón de esquiadores Monte Cervino y el 6º Regimiento. motorizado  de  artillería que  serán un parco bálsamo para los duros  combates de junio en torno a la ciudad de Izium (Ucrania) , que obligarán al repliegue y reorganización del CSIR en Yasino Utaya, llevada a cabo por su nuevo  comandante el general  Italo Gariboldi, quien lo refuerza  y  transforma en el ARMIR (Armata Italiana in Russia) con vistas a la decisiva operación Azul (ofensiva hacia Stalingrado y el Caúcaso), ante  la  indiferencia  y  poco  entusiasmo  de  la  Wehrmacht, pues desde el principio Hitler se había preguntado: “¿Por qué no manda a sus hombres a África dónde serían más útiles?”.
Su aparente fortaleza es totalmente ficticia pues el alto mando en Roma no había tomado nota en absoluto de las duras condiciones  del invierno anterior y  su logística no había mejorado, sino todo lo contrario;  el soldado Italiano deberá paliar  sus  carencias  con la ropa de abrigo y alimentos  enviados desde Italia por sus familiares. El endémico mercado negro y el estraperlo prevalecerá a sus anchas, muchas unidades tendrán  como única opción el asalto nocturno a los almacenes de la Wehrmacht.

Tomado de Foro Segunda Guerra Mundial.
http://www.forosegundaguerra.com/viewtopic.php?t=19266

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